Para comenzar intentaremos explicar, brevemente, en qué consistía la teoría crítica para de este modo poder aplicarla a nuestra sociedad actual de un modo adecuado. La Teoría Crítica era ideológicamente marxista y pretendía desplegar una serie de teorías en relación a los problemas sociales, como la desigualdad entre clases, no solo desde el punto de vista sociológico, sino también filosófico (con Marx y Freud como referentes). Explica cómo nos encontramos ante una realidad ingenua fruto de unos determinados factores sociales, psicológicos y culturales a la hora de abordar los temas sociales, siendo por tanto participes de una realidad manipulada y supuestamente objetiva. ¿Y quién se encargaba de naturalizar las exigencias propias de una sociedad de consumo sin prestar atención a los conflictos sociales? Los Mass Media (a través de ellos) y la propia sociedad industrial y occidental capitalista-consumista, que ha dado lugar a que el hombre se convierta en un ser oprimido y manipulado por los sistemas burocráticos.
Ahora relacionaremos la Teoría con el Cine (un medio de comunicación masivo de gran importancia); y para ello nos remontaremos al nazismo, y es que francamente no hace falta volar muy lejos para ver y comprender el control y el poder cinematográfico sobre la sociedad, con las películas generadas por la política de propaganda del régimen de Hitler dirigido por el certero ministerio de propaganda y donde se manifestaban las características del nazi y lo permitido y no para él, todo ello con un aplastante intento de doblegar las mentes de cada uno de los ciudadanos para implantar lo que los nazis consideraban “apropiado”, de una forma dictatorial. La historia de la propaganda nazi en el cine es conocida por casi todos nosotros, porque la hemos estudiado años anteriores, pero… ¿Y si os decimos que actualmente existen vestigios de aquella manipulación en el cine (no procedente de regímenes totalitarios)? Hoy por hoy se baraja mucho la posibilidad de que tal Mass Media como el cine sea capaz de maniobrar las mentes de los jóvenes y no tan jóvenes, sin ir más lejos y como bien hemos comentado anteriormente en el blog, se quiere prohibir la aparición de tabaco en las películas porque incita al público joven a consumirlo, por tanto un porcentaje de la población cree que puede ser manipulado hasta acabar con un cigarrillo en su boca. ¿Y las películas históricas dónde los malos malísimos resultan no ser tan malos como “creíamos”? ¿No existe ahí una manipulación de los finales felices? ¿Acaso a EEUU le conviene que miles y miles de personas sepan qué ocurrió en los preámbulos de la Segunda Guerra Mundial? Por supuesto que no, es más bonito ver “Australia” y comprobar lo “legales” que fueron con los aborígenes, con el mestizaje, y lo despiadados e inhumanos que fueron los japoneses (sobre todo con los niños), y uno ve la película y le punza y le cuesta creer que, en la época plasmada por el film, las éticas individuales se acercasen tanto a las conciencias contemporáneas sobre la diferencia.
Tras la visualización de este film, o otros muchos como “Pearl Harbor”, “La delgada línea roja” o “Resistencia” (entre otras muchas películas Americanas) es posible que se logre una opinión generalizada del bando contrarío :“Hay que ver lo malos e inhumanos que eran…” , y por tanto una manipulación ideológica de la que muchas veces no somos conscientes. Y si, esto pasa actualmente, aunque sea para limpiar sucios pasados históricos.
Sin embargo, creo que debemos ir más allá… ¿Qué es manipulación y que características son necesarias en los manipulados? La manipulación es toda operación dispuesta a ejercer influencia, pero sin que la parte afectada conozca la auténtica intención del manipulador, porque de lo contrario su influencia se esfumaría o disminuiría. Es decir, que manipular exige ocultar información para de esta forma lograr, de una forma maquiavélica, que la elección de los demás se encamine hacia la nuestra; modificando sus voluntades. ¿Existe un antídoto capaz de, al menos, menguar esos efectos? La cultura, cuando más bagaje cultural seamos capaces de absorber mayor será nuestro inconformismo frente a la gran pantalla, y digo cine porque es nuestro ámbito pero esto es aplicable a todo tipo de soportes. Quizás sea complicado, que no lo dudo, exige un esfuerzo terrible…siempre es más cómodo conformarse con un sola verdad y no protestar, pero ¿acaso la verdad no se corrompe tanto con la mentira como con el silencio?
Rosana Peña.
Ahora relacionaremos la Teoría con el Cine (un medio de comunicación masivo de gran importancia); y para ello nos remontaremos al nazismo, y es que francamente no hace falta volar muy lejos para ver y comprender el control y el poder cinematográfico sobre la sociedad, con las películas generadas por la política de propaganda del régimen de Hitler dirigido por el certero ministerio de propaganda y donde se manifestaban las características del nazi y lo permitido y no para él, todo ello con un aplastante intento de doblegar las mentes de cada uno de los ciudadanos para implantar lo que los nazis consideraban “apropiado”, de una forma dictatorial. La historia de la propaganda nazi en el cine es conocida por casi todos nosotros, porque la hemos estudiado años anteriores, pero… ¿Y si os decimos que actualmente existen vestigios de aquella manipulación en el cine (no procedente de regímenes totalitarios)? Hoy por hoy se baraja mucho la posibilidad de que tal Mass Media como el cine sea capaz de maniobrar las mentes de los jóvenes y no tan jóvenes, sin ir más lejos y como bien hemos comentado anteriormente en el blog, se quiere prohibir la aparición de tabaco en las películas porque incita al público joven a consumirlo, por tanto un porcentaje de la población cree que puede ser manipulado hasta acabar con un cigarrillo en su boca. ¿Y las películas históricas dónde los malos malísimos resultan no ser tan malos como “creíamos”? ¿No existe ahí una manipulación de los finales felices? ¿Acaso a EEUU le conviene que miles y miles de personas sepan qué ocurrió en los preámbulos de la Segunda Guerra Mundial? Por supuesto que no, es más bonito ver “Australia” y comprobar lo “legales” que fueron con los aborígenes, con el mestizaje, y lo despiadados e inhumanos que fueron los japoneses (sobre todo con los niños), y uno ve la película y le punza y le cuesta creer que, en la época plasmada por el film, las éticas individuales se acercasen tanto a las conciencias contemporáneas sobre la diferencia.
Tras la visualización de este film, o otros muchos como “Pearl Harbor”, “La delgada línea roja” o “Resistencia” (entre otras muchas películas Americanas) es posible que se logre una opinión generalizada del bando contrarío :“Hay que ver lo malos e inhumanos que eran…” , y por tanto una manipulación ideológica de la que muchas veces no somos conscientes. Y si, esto pasa actualmente, aunque sea para limpiar sucios pasados históricos.
Sin embargo, creo que debemos ir más allá… ¿Qué es manipulación y que características son necesarias en los manipulados? La manipulación es toda operación dispuesta a ejercer influencia, pero sin que la parte afectada conozca la auténtica intención del manipulador, porque de lo contrario su influencia se esfumaría o disminuiría. Es decir, que manipular exige ocultar información para de esta forma lograr, de una forma maquiavélica, que la elección de los demás se encamine hacia la nuestra; modificando sus voluntades. ¿Existe un antídoto capaz de, al menos, menguar esos efectos? La cultura, cuando más bagaje cultural seamos capaces de absorber mayor será nuestro inconformismo frente a la gran pantalla, y digo cine porque es nuestro ámbito pero esto es aplicable a todo tipo de soportes. Quizás sea complicado, que no lo dudo, exige un esfuerzo terrible…siempre es más cómodo conformarse con un sola verdad y no protestar, pero ¿acaso la verdad no se corrompe tanto con la mentira como con el silencio?
Rosana Peña.
2 comentarios:
Creo que es muy interesante que relexionéis a cerca de la manipulación ideológica que el cine es capaz de aacionar, sin ir más lejos las mencionadas películas de guerra pueden moldear las mentes e incluso cambiar la história para todos aquellos que no la conozcamos objetivamente. Objetivamene, vaya una palabra más complicada...
Creo que tu reflexión final a cerca del posible antídoto anti manipulaciones es estupenda, aunque algo dificil de llevar a cabo,todo hay que decirlo... sin embargo, siempre he sido de los que creen que la cultura es fundamental para ver y creer correctamente.
¡Continuaré pasando por aquí!
¡Un placer!
Es importante conocer las dos versiones de la historia, no conformarnos con lo primero que se nos presente. En el caso de el cine americano histórico o bélico, es como tu has dicho Rosana, buscan mostrar unos hechos pero siempre manipulando para que "ellos queden bien" delante del espectador
Debemos urgar en las muchas realidades que se plantan delante de nuestras narices, pues el saber no ocupa lugar no?
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