domingo, 29 de marzo de 2009

TEORÍA CRÍTICA Y EL DEBATE DEL CINE INFLUYENTE.

Pongámonos en situación...

La teoría critica de la escuela de Frankfurt estaba condicionada por el contexto social en el que se encontraba. Los sistemas totalitarios europeos empleaban los mass-media como control de la sociedad, de las conciencias de los individuos, creando una sociedad estandarizada. El surgimiento de estos medios de comunicación de masas como la televisión, el cine, la música popular, la radio, etc, convertían la cultura en una industria, en una cultura de masas, entendida más como una estructura de comunicación que como un órgano económico, que tiende a la destrucción de la diferencia. Por tanto, esta teoría entiende a la sociedad como una falsa democracia de la razón, fruto del capitalismo y del consumismo, donde el sector social mantiene su poder mediante la utilización sobre el resto de los individuos de la manipulación de la información por vía de estos medios, entre ellos el cine.

Cine como Mass-Media.

El cine fue empleado por los sistemas totalitarios como arma de manipulación de la mente del espectador mediante mensajes subliminales, ya que el individuo no se percataba directamente del mensaje, pero calaba hondo en su conciencia, mientras solo entendía el cine como un entretenimiento fascinante al que caía rendido.

Actualmente ya no se emplea como arma de manipulación propiamente dicha, aunque el cine puede influir en la sociedad, como otros medios, y esto ha sido tema de controversia. Se debate sobre si puede influir en la conducta de los jóvenes y los más pequeños, con personalidad todavía moldeable, cuando aparecen películas de lucha, violentas, escatológicas o con connotaciones amorales como son el racismo, el sexismo, etc.

El cine forma parte de esta cultura industrializada, donde parece que hay unos márgenes establecidos de los que no se deben salir, una serie de significantes y significados preestablecidos, de convenciones que han servido para moldear nuestras conciencias y en los que no reparamos, muchos de estos elementos que hemos asimilado no llaman nuestra atención, por eso cuando el cine se sale de los márgenes establecidos por la industria y pone ante el espectador una nueva perspectiva sobre un concepto o situación, logra que surja un debate social, que la razón surja, que se rompan las ataduras de las concepciones sociales, que el espectador piense sobre lo que tiene delante.

Se ha debatido sobre la influencia del tabaco en el cine, sobre la influencia de que en las películas se use o no el condón,... creando así normas que la sociedad establece para que el cine colabore a concienciar a los espectadores sobre las conductas que se consideran perjudiciales, por tanto, vemos que la sociedad asimila que el cine es un buen arma de comunicación, bajo el disfraz de medio para el entretenimiento al igual que la televisión.

Por esta razón hay tanto debate sobre la violencia que puede generarse si la sociedad se influencia por actos violentos en el cine, es decir, que el continuo lanzamiento de películas dónde prolifera la violencia directa o indirectamente pueda acabar creando una sociedad violenta, ya sea en películas históricas o de trama policíaca que se regodean en actos violentos para hacerlas más entretenidas o en películas cómicas donde aparecen ciertas escenas que exageran algunas actuaciones de los personajes con el mismo fin: hacerlas entretenidas.



Así que...

La violencia en el cine, puede ser tanto informativa sobre las situaciones que se dan en nuestra sociedad como sólo un hecho más de entretenimiento o “arte”, como también es arte e información histórica el cuadro de los fusilamientos del 2 de mayo de Goya, que nunca pretenden generar más violencia, a pesar de que en su época sabían que la pintura era un modo de transmitir mensajes.



Vic* PERALIMONERA

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