Entendiendo que la semiología tiene como objeto todo sistema de signos (las imágenes, los gestos, los sonidos…), y definiéndose por tanto como el estudio de los signos, su estructura y la relación entre significante y el concepto de significado, vamos a relacionarlo con la temática de nuestro blog, esto es, el cine. El cine podría entenderse como una representación estética, al igual que un poema o la literatura en general, con la única diferencia de que ésta emplea la imagen como su máximo mecanismo de expresión. Este espacio fílmico construye deliberadamente las asociaciones y pensamiento en el espectador, ahora bien, si todo el montaje está reorganizado en función de una serie de acontecimientos que han sido seleccionados con precisión tendrá un determinado efecto u otro sobre el espectador (que no tiene, precisamente, porque ser idéntico en todos); evidentemente todo ello no dependerá de una exclusiva imagen aislada, sino de la relación entre diversas imágenes creando ese universo fílmico propio de cada película…sin embargo ¿No es cierto que todo ello dependerá en gran medida de la experiencia y libre asociación del espectador?
Sin ir más lejos vamos a tomar prestadas un par de escenas de algunas películas para demostrar como la subjetividad arrolla al film (en este caso ,mi subjetividad), convirtiéndose la interpretación de la película en algo demasiado propio y profundo por parte del espectador:
Sin ir más lejos vamos a tomar prestadas un par de escenas de algunas películas para demostrar como la subjetividad arrolla al film (en este caso ,mi subjetividad), convirtiéndose la interpretación de la película en algo demasiado propio y profundo por parte del espectador:
“La soledad del corredor de fondo” 1962, Tony Richardson.
Nos centraremos en la escena casi final, dónde Collin Smith (protagonista) se enfrenta a la carrera final y decisiva. Bien, todo comienza con la imagen del dinero quemándose, que simboliza la idea de la destrucción de la cultura del éxito bajo la que está sometido; visualizándose por tanto su conflicto interior. Él está completamente inmerso en la realidad, pero como marioneta del director de la escuela, y para romper con esa representación hace ostentación de su ruptura (actuando y poniendo en escena que NO va a ganar la carrera). No hace más que “jugar”, correr para un determinado equipo supone jugar un papel, y él lo rompe desde dentro.
*No hemos encontrado la secuencia exacta de la que hablamos en formato video.
“Hiroshima mon amour” 1959, Alain Resnais.
En la escena inicial que da comienzo a la película. Juega con un registro denotativo y cuenta de una forma poco convencional una relación esporádica (sexual y emocional), adúltera (en un determinado momento se ve un anillo) e interracial (francesa y japonés). Los personajes no se llaman por sus nombres, de ahí “Hiroshima…”. Hay un montaje dialectico con el choque de imágenes: piel-ceniza-agua (doble registro, ya que hablan de lo terrible pero también del sexo o del amor). Además de ello cuando la película da comienzo aparece una planta que ilustra los créditos, planta que se reidentifica con lo nuevo que nace a raíz del desastre de Iroshima, en la misma tierra.
*Fragmento (el más cercano y exacto al que comentamos): http://www.youtube.com/watch?v=s1ZNHgBkGxo&feature=PlayList&p=4DF5BDE1CC66F3CF&playnext=1&playnext_from=PL&index=7 .
“La dolce vita” 1960, Federico Fellini.
Nos limitaremos a comentar la escena en la que Marcello y Anouk hablan en privado durante la fiesta. La imagen es barroca (el plano aparece lleno de cosas y más cosas), llenan el encuadre y lo saturan porque el lugar y la fiesta es pura saturación. Entre ellos late la voluntad de hacer visible una miseria, sin embargo no abandonan el lugar porque tienen algún tipo de angustia preferible a la miseria material. Ambos se comunican a distancia cuando hablan de cosas serias: el amor; él lo oye desde la distancia porque no se atreve, más tarde ella se contradice y entra el juego un relativismo radical, las miserias y el hecho de estar basados en pura imagen,algo extendido que forma parte del tejido de sus vidas.
*No hemos encontrado el fragmento original al que nos referimos, sin embargo este video musical incorpora la secuencia én sí: http://www.youtube.com/watch?v=XwH-2qXbizg&feature=related
Con todo ello lo que pretendo demostrar es que aunque todas las películas tengan una determinada denotación, propia y otorgada por el autor, lo cierto es que la connotación (los valores significativos asociados) van estrechamente ligados a cada uno de los espectadores, y mi connotación, mostrada con anterioridad, nada puede tener que ver con cualquier otra forma de haber entendido la misma película y/o escena. La codificación, mediante la cual la información de una fuente es convertida en símbolos para ser comunicada, sería la película pura y en sí; mientras que la decodificación sería el proceso por el cual se convierten en símbolos en información entendible por el receptor (humano) donde la subjetividad juega un papel de lo más importante.
Rosana Peña.
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